¡Obviedad! ¡Una comedia que provoca risas! Pues no, no es tan obviedad. De hecho, no es muy común que el piloto de una sitcom provoque algo más que sonrisas. El tópico dice que es más difícil hacer reír que hacer llorar, y es algo aplicable a la inmensa mayoría de las grandes comedias televisivas, cuyos inicios suelen ser renqueantes hasta que el espectador se hace con los personajes. Esa familiarización, que permite usar gags recurrentes y un humor basado en la naturaleza de los propios personajes, tarda en llegar. Y mientras, a las sitcoms se les suelen ver los costurones. El último ejemplo que he vivido: la primera temporada de The Office (USA). Me costó digerirla, pero al llegar a la tercera ya todo iba sobre ruedas. Con Man seeking woman no es que suceda lo contrario; no es que conectemos al minuto con sus personajes y estemos cómodos con ellos. La gracia de la nueva sitcom de FXX se llama Saturday Night Live.
Para los que no lo sepan, Saturday Night Live es un programa que en España duró tres meses y en Estados Unidos está a punto de cumplir 40 años. La receta es aparentemente sencilla: un equipo de cómicos en plantilla escribe una serie de sketches, que interpretan junto a un invitado especial, que a su vez hace las funciones de conductor. La cosa se completa con una actuación musical. Durante esas cuatro décadas han desfilado por SNL los mejores cómicos yanquis, y han actuado desde The Rolling Stones o Paul McCartney hasta Justin Bieber o Rihanna, pasando por U2, Maddonna… o básicamente cualquier artista relevante. En España, por cierto, el segundo episodio lo presentó Ramón García. No hay más preguntas…
A lo que vamos: Man seeking woman tiene en su equipo al creador de SNL, Lorne Michaels (como executive producer), mientras que el propio creador de la serie, Simon Rich, estuvo entre los guionistas del longevo programa. Man seeking woman puede verse como una serie de sketches donde el hilo común es Josh, un tipo que ronda ya los 30 y al que la novia despide de su casa con más alivio para ella que para él. A partir de ahí, y con el título en mente, ya podéis adivinar por dónde van los tiros.
No conviene desvelar muchos más detalles porque estropearían el invento: miradla y juzgad vosotros mismos, son 20 minutos. Quizá no es humor para todos los públicos, pero en mi caso ha sido una agradable sorpresa, especialmente por la chica sueca y por el señor alemán. Me he reído, y mucho, con ellos. Obviamente, si ninguna de esas dos tramas gusta, es probable que la serie te parezca una bazofia…
También tengo claro que la dinámica de sketches es susceptible de agotarse, y a decir verdad no le doy mucha continuidad a Man seeking woman a menos que logren encontrar un tono más de largo recorrido. Pero mientras tanto, las risas ya están ahí.