Tú tienes un hoyuelo volcánico en la mejilla izquierda
Yo guardo un guiño para cuando sé que te sacaré una carcajada
Tú sabes colocarte el pelo para que parezca vivo
Yo intento que mi corazón no se delate en mi mirada
Tú te acaricias el lóbulo de la oreja con infinita gracia
Yo entrecierro los ojos para adivinarte
Tú adornas las aceras con tus saltos
Yo hincho las aletas de la nariz cuando me haces suspirar
Tú sacas la lengua justo antes de ruborizarte
Yo me refugio en tu cuello
Tú miras hacia el suelo cuando caminamos sin hablar
Yo cierro los ojos e intento seguir tu perfume
Tú no sabes dónde poner las manos
Yo insisto en guardar la mía en tu bolsillo de atrás
Tú juegas a fingir que te indignas
Yo dibujo con las manos en el aire
Tú negocias hábilmente media hora de tueste al sol
Yo escapo hacia la letra impresa
Tú entras en tu reino de mi brazo
Yo contemplo mi felicidad en los ojos ajenos
Tú te apiadas de mi y te levantas previo beso
Yo recojo las toallas
Tú te escondes tras la carta para morderte las uñas
Yo lamento no haber escogido la otra camisa
Tú tardas demasiado en decidir el menú
Yo me alegro de que sea viernes
Tú me sigues hablando con los ojos
Yo te escucho sin dejar ver que me derramo
Tú desconoces la manera de ponerte seria
Yo lo celebro levantando la copa
Tú haces de mi hombro la mejor almohada del mundo
Yo hago de tu pelo un pasatiempo infinito…